Durante un cierto tiempo asociamos, equivocadamente, que los vinos de Jerez eran de escasa calidad y que solo lo bebían nuestros abuelos.
Nada más lejos de la realidad: los vinos fortificados, ya sean de Jerez o de Montilla-Moriles, actualmente están considerados algunos de los mejores vinos del mundo, y vuelven a estar de rabiosa actualidad.
Mucho de este nuevo amor se debe al movimiento inconformista de bebedores más jóvenes que quieren ser diferentes y han abrazado el jerez, junto a la cerveza artesanal, como su bebida elegida.
Pero también se debe a la cada vez más abundante oferta de comida española en Gran Bretaña. Están surgiendo en todo el país bares de tapas inspirados en los tradicionales de Andalucía y Jerez… ingeniosas tapas que se acompañan con extensos menús de vinos de jerez. Los jerez secos como los finos, que se sirven mejor fríos, acompañan a las tapas principales, pero el jerez dulce sin duda también tiene su lugar. Después de haber sido lamentablemente poco apreciado durante décadas, el jerez “pale cream” es una vez más popular.
El Pale Cream se elabora uniendo un fino y un amontillado ligero, para luego endulzar ligeramente la mezcla. Llegará a su máximo esplendor combinandolo con entrantes y postres.
De hecho, el genio de la cocina Heston Blumenthal, del famoso Fat Duck, descubrió, junto con el profesor Don Mottram de la Universidad de Reading, que el jerez acentúa el umami de los alimentos. Umami -que en japonés significa delicioso o profundo- es un sabor recientemente reconocido por los científicos. Es el quinto sabor, más allá del dulce, agrio, amargo y salado.
Pero hay muchos más alimentos con los que resultará una combinación perfecta. Para empezar, una plato sencillo: tómalo con melón y jamón, y los sabores crecerán conjuntamente.
Su cremosidad también sienta bien con una ensalada de queso azul con pera fresca. Es también fantástico con un pastel fresco casero. Una gran combinación británica-española es un crumble de manzana caliente y crema pastelera con una copa de jerez pale cream.
Hemos visto que puede realzar comidas sencillas, pero también puede formar parte de algo extraordinario. Aunque el champagne puede ser la bebida de celebraciones por excelencia, una magnífica alternativa para los novios que se preguntan qué servir como acompañamiento en su boda a la hora de la tarta, será un Pale Cream que dejará boquiabiertos a vuestros invitados.
Y no olvidemos que no hay razón para no disfrutar simplemente de una copa de jerez pale cream.
Con tal versatilidad no es de extrañar que las ventas de este tipo de vino de jerez se hayan disparado. Esta combinación perfecta entre vino fortificado-alimentos es demasiado apetecible para ser exclusiva solo de nuestras abuelas 😉
