Nos encanta el vino espumoso. Ya sea Champagne, Cava, Prosecco, Franciacorta, un Crémant de Burdeos, Borgoña o Loire – lo que sea! La elegante cubitera, el “pop” de los tapones al ser descorchados, las finas burbujas, el hormigueo de la acidez en la lengua: ¿Hay algo que no nos pueda gustar?

Bueno, si, el precio de uno de estos vinos espumosos. El Champagne es genial, pero no es barato. En comparación, los precios del Cava son considerablemente más bajos. Esto puede parecer curioso, ya que, de hecho, un buen champán y un buen cava son muy similares. Entonces, ¿cómo explicamos la diferencia entre los precios del Cava y los precios del Champagne? Hay algunos factores importantes a tener en cuenta que marcan la diferencia entre ellos y, sorprendentemente, la diferencia de «calidad» no es tan grande como el precio podría hacer pensar!

 

El coste de cultivar las uvas

Tanto el champagne como el cava provienen de las uvas, y en algunos casos proceden de las mismas variedades de uvas. ¿Entonces por qué los precios más bajos del cava? Esencialmente, cuesta mucho más cultivar uvas para un champagne que para un cava. Para empezar, el coste de la tierra dentro de la prestigiosa denominación de Champagne es más alto que nunca. Comprar una hectárea de tierra en la prestigiosa región de Côte des Blancs puede costar alrededor de 1,8 millones de euros. Además, hay menos tierra disponible. El coste de cultivar las uvas, incluso antes de producir el vino, es un factor importante que influye en los precios del Champagne. Las difíciles condiciones de cultivo en la región de Champaña, en comparación con la región del Penedés (que es donde la producción de cava es mayoritaria), son también un factor que afecta el rendimiento global de la uva.

 

Coste de la elaboración del vino

Mientras que algunos productores de champán hacen su propio vino, la mayoría venden sus uvas a grandes “maisons” de champagne, como Moët & Chandon, que realmente son las que producirán y venderán el vino. Hacer champán es un proceso costoso y que consume mucho tiempo, con un montón de trabajo y con un envejecimiento prolongado. Tanto el champán como el cava se producen utilizando el «método tradicional«, o «méthode Champenoise», donde el vino se somete a la fermentación secundaria – y se vuelve espumoso – en la botella. Esto es una diferencia marcada del método más barato del «tanque» usado en Prosecco. Los precios del cava pueden mantenerse más bajos a pesar de esto porque las materias primas son más baratas, además existen más procesos automatizados y puede haber técnicas de envejecimiento empleadas menos costosas.

 

Demanda y estado de lujo

No hay duda, el Champagne es un producto de lujo. Un legendario champán vintage como el Krug Clos du Mesnil 1990 se venderá a un precio desorbitado debido a lo raro que es, y que todavía hay demanda para Champagnes de lujo de aquellos que buscan las mejores cosas de la vida, el status y todo lo que ello conlleva. La palabra «Champagne» exuda clase y lujo. El Cava, sin embargo, no posee este tipo de caché y, como resultado, su fijación de precios es generalmente más fundamentada. Incluso los mejores cavas, como el Recaredo Turó D’en Mota 1999, se vende por una mera fracción de un Krug, teniendo una calidad muy parecida, o incluso mayor. Evidentemente, también los precios de los cavas “no vintage” serán considerablemente más bajos que los de los champagnes “no vintage”.

Categorías: Espumosos

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