La familia Eguren alumbra un nuevo vino de Toro, de cultivo y elaboración biodinámica.

El nuevo vino toma el nombre de la bodega toresana de la familia Eguren, Teso La Monja, y procede de un pequeño viñedo prefiloxérico cuya calidad había destacado en vinificaciones por separado.

Teso La Monja 2008 es el resultado de la aplicación de la biodinámica en todas las fases del cultivo y la elaboración para sacar el máximo partido a los ritmos de la naturaleza.

Ya se comercializa en venta avanzada (premier) este vino, cuyo precio en el mercado podrá alcanzar los 1100 euros, y de cuya primera cosecha, la de 2008, se  han obtenido 828 botellas.

La familia riojana Eguren da un paso firme en su proyecto de Toro, Teso La  Monja, con el nacimiento de un vino top que toma el nombre de la bodega enraizado en los principios de la biodinámica en su cultivo y elaboración.  Teso La Monja ve la luz como un vino de concepción artesanal, procedente  de una pequeña parcela de 1’8 hectáreas de viñedo viejo prefiloxérico, que había sorprendido por su calidad a Marcos Eguren -enólogo de las bodegas de la familia- en su vinificación por separado.

«Cada día tenemos un mejor conocimiento de los terroirs de Toro y de Rioja. Llevamos muchos años trabajando en la identificación de la mejor expresión de cada terruño. En el  descubrimiento de estos terroirs únicos nos hemos dado cuenta de que teníamos algunas joyas que, hasta la fecha, no nos habíamos animado a vinificar por separado por implicar producciones pequeñas», detalla Marcos Eguren.

Con el nuevo vino Teso La Monja, Marcos y su hermano Miguel Eguren, han llevado a la máxima expresión la viticultura biodinámica, como una vuelta a la agricultura de su bisabuelo Amancio. En este sentido subrayan que todos los trabajos en el viñedo (poda, labrado,  espergura…) se han realizado manualmente en el momento preciso, los días y las horas señaladas, para optimizar procesos, preservar el principio de la mínima intervención y obtener el máximo carácter e identidad, desde el respeto a la singularidad del terroir y a los ritmos de la naturaleza.

Este enfoque, “exclusivo y costoso”, se ha podido poner en práctica al tratarse de un viñedo de pequeña extensión, pero no sería factible en una parcela mayor, ya que supone “acudir a la viña tantas veces como sea necesario en unos momentos determinados”, añade Marcos Eguren.

La delicadeza en el proceso
Teso La Monja, monovarietal de Tinta de Toro (Tempranillo), procede de un viñedo que presenta en el subsuelo ligeras vetas calizas, con un nivel calizo ligeramente superior al de la zona, en torno al 8-10% “lo que confiere al vino de una distinción y elegancia inusitada”, apunta el enólogo.

La vendimia se realizó en cajas el 2 de octubre de 10.00 a 12.00 horas de la mañana en un día claro, a baja temperatura, con ausencia de rocío. El despalillado y la selección grano a grano se completó en el mismo día en un periodo de seis horas. La elaboración comprendió la maceración pre-fermentativa en frío para extraer color y compuestos aromáticos y gustativos sin estrujado. Una vez comenzada la fermentación alcohólica en un tino de madera abierto, se inició el estrujado manual de los 25-50 cms de uva más en la superficie, lo que permitió estrujar entre el 35 y 45% del total de la uva en un proceso que se desarrolló tres veces al día durante una hora y media. El remontado se realizó por gravedad, sin intervención de maquinaria.

La fermentación maloláctica tuvo lugar por un periodo prolongado de tiempo, entre los 5 y los 6 meses, en un depósito de madera especial, con una forma inédita e ideal, que ayudó a fomentar los biorritmos del vino y contribuyó a conseguir un vino más sedoso, elegante e integrado. La crianza se completó en tres barricas bordelesas de roble francés nuevo de grano fino, con tostado medio, por un periodo mínimo de 24 meses.

Producción limitada y numerada
Este vino de producción limitada y numerada se presenta en una botella de especial diseño -borgoña ancienne 77- para realzar la singularidad del proyecto. Un equipo de Estados Unidos, con el diseñador Javier Romero y la imprenta Tapp de California a la cabeza, quienes trabajan habitualmente para bodegas del valle de Napa, ha «vestido» a Teso La Monja. La botella número 1 será ofrecida al Rey D. Juan Carlos I.

Teso La Monja está llamado a completar la versatilidad del proyecto de la familia Eguren en Toro, reflejada en los vinos actualmente comercializados por la bodega: Romanico, Almirez, Victorino y Alabaster.

Tras el desembarco en Toro con la bodega Numanthia-Termes -actualmente propiedad de LVMH-, la familia Eguren ha escogido meticulosamente el viñedo de su nueva etapa en tierras toresanas al seleccionar pagos orientados al Norte, con ciclos vegetativos más largos y suelos más frescos, todo ello con el objetivo de lograr vinos que transmitan equilibrio, elegancia y el máximo potencial de la tierra.

La familia Eguren trabaja actualmente en la elaboración de un vino igualmente inédito de Rioja, cumpliendo los principios que han guiado el nacimiento de Teso La Monja, para lograr un vino de la máxima pureza e identificación con el terroir.

Categorías: Vinos Tintos

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