Los seguidores de este blog sabrán que amamos los vinos de jerez, y que nos gusta exaltar sus virtudes cada vez que podemos. No son sólo otros vinos fortificados: desde su característico lugar de elaboración, hasta su envejecimiento único y la gran variedad de sabores y estilos disponibles, el jerez tiene mucho que ofrecer a los más aventureros amantes del vino.

 

Uno de nuestros estilos favoritos es el Pedro Ximénez, los exquisitos y dulces vinos de postre elaborados con la uva del mismo nombre. Los niveles de azúcares residuales pueden llegar a unos increíbles 500 gramos por litro, convirtiéndose en uno de los vinos más dulces que puedas encontrar. Los Pedro Ximénez de Jerez tienen a menudo inconfundibles aromas a frutos secos, café y regaliz, y una abundante sensación de exquisito dulzor en la boca.

 

Cuándo comprar Pedro Ximénez

No es que cualquier amante del vino realmente necesite una excusa, pero la compra más adecuada de un Pedro Ximénez es cuándo requieres un vino dulce de postre. Estos vinos no necesariamente tienen que costar mucho. Existen vinos excelentes de Pedro Ximénez, de Jerez y de la cercana región de Montilla Moriles, a precios realmente competitivos. El Hidalgo Pedro Ximénez y el Alvear Pedro Ximénez 1927, respectivamente, son buenos ejemplos.

 

Estos vinos tienen una muy buena calidad, aunque a veces la situación pide algo un poco más de gama alta. Si ese es tu caso, estás de suerte, ya que tenemos para tí unos Pedro Ximénez para ocasiones realmente especiales.

 

El mejor Pedro Ximénez que puedes comprar

A veces necesitas lo mejor de lo mejor, así que hemos seleccionado tres de los mejores vinos de Pedro Ximénez que sin duda te impresionarán.

  • El Barbadillo Reliquia Pedro Ximénez es la cumbre del PX. Su edad exacta es desconocida, pero se sabe que contiene jerez comprado por la familia Barbadillo en la década de 1880. Es comprensible que su oferta sea increíblemente limitada y que la demanda sea alta. Muestra una nariz compleja de frutos secos, madera envejecida y carácter balsámico. En la boca, es espontáneamente denso y dulce, aunque sorprendentemente fresco y ácido. Este es, seguramente, el regalo más grande que un amante del jerez puede recibir.
  • El Santa Ana 1861 de Emilio Hidalgo es un (relativamente) más asequible ejemplo de Pedro Ximénez. Este productor líder de Jerez hace una amplia gama de sherries de calidad, aunque este es, sin duda, la joya de su corona. El sistema de solera en el que fue envejecido se inició en 1861, y el resultado es simplemente magnífico: Tiene un color profundamente oscuro, una nariz altamente expresiva de higos secos y dátiles, y envuelve el paladar con una dulzura exuberante y un larguísimo final. No es ninguna sorpresa que fuera calificado con 98 puntos de Robert Parker.
  • El Selección Robles Oro 1927 PX no es en realidad de Jerez, sino de la vecina región de Montilla Moriles. Esto demuestra que un gran PX se puede hacer fuera de Jerez, y que productores como Bodegas Robles aumentan la calidad media de la propia Jerez. El sistema de solera utilizado se inició en 1927, y este delicioso vino de postre tiene toda la complejidad que podemos esperar de ello.

 

¿Qué opinas de nuestra selección de vinos PX super premium? ¿Qué otros recomendarías como regalo, o cuáles esperarías recibir?

Categorías: Generosos

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