Seguramente tú también te habrás preguntado alguna vez por qué existen tantos tipos de copas de vinos distintos.
Incluso hasta habrás pensado que debe ser una tontería, que el vino sabe igual sea cual sea la copa (o el vaso) en el que está servido.
Pues déjanos explicarte que un mismo vino servido en copas diferentes nos da sabores distintos, y es más, un buen vino potencia sus cualidades bebiéndolo en la copa indicada.
La copa ideal para degustar un vino debe ser de cristal fino y transparente, con un tallo alto para poder sostenerla (aunque este punto actualmente ya se está poniendo en duda) y un cuerpo amplio con la boca más estrecha.
Las copas para vinos tintos son más grandes, en general, que las de vinos blancos, y las de champagne, cava y otros espumosos son de tipo flauta.
Vamos a explicar, empezando por los tintos, yendo de tipos de copas particulares a tipos generales, el tipo de copa recomendada para cada tipo de vino:
- Vino tinto de Rioja, de Ribera del Duero o elaborado con uva Tempranillo como variedad principal: Riedel diseñó la copa Riedel Vinum Tempranillo para este tipo de vino. Se trata de una copa con el fondo más amplio y la boca más estrecha, para de esta forma poder extraer las máximas cualidades de los vinos Tempranillo, tanto de los jóvenes y voluptuosos (con una copa más pequeña), como de los más tánicos criados en madera por un largo periodo (para los que existe una copa de mayor volumetría).
- Vino elaborado con uva Syrah como variedad principal: Riedel diseñó la copa Riedel Vinum Syrah para destacar los taninos y ofrecer un equilibrio perfecto de los sabores frutales intensamente concentrados de los vinos elaborados con esta uva. A su vez, es una copa válida para vinos Amarone, Blaufränkisch, Châteauneuf-du-Pape, Grenache, Hermitage rouge, Malbec, Mourvèdre, Pinotage, Shiraz, Syrah, Priorat.
- Vino de la Borgoña: La Revista Decanter describe la copa Riedel Sommeliers Burgundy Grand Cru como «La copa más perfecta para degustar Borgoña y adecuada tanto para vinos jóvenes como añejos.» Su forma, creada en 1958, representa un avance sin precedentes por el diseño de esta copa de vino – expuesta de forma permanente en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Este ‘monstruo hermoso’ de cristal puede diseccionar un vino de poca calidad y descubrir sin piedad sus puntos débiles. Pero, pondrá de relieve toda la gloria de un gran vino – un vino de clase superior como el Borgoña, Barolo ó Barbaresco . El tamaño de la copa permite que el buquet se desarrolle plenamente mientras que la parte superior ligeramente abocinada descubre al máximo los aromas frutales que dirige de forma exacta a la parte delantera del paladar. Algunos vinos y variedades de uva exigen este tipo de flujo controlado. Al conseguir destacar el carácter frutal, utiliza la acidez acusada del vino para mantener equilibrados los aromas, de tal modo que la copa produce una «imagen del gusto» magnífica y tridimensional. Recomendado para: Barbaresco, Barolo, Beaujolais Grand Cru, Blauburgunder, Burgundy (tinto), Dornfelder, Echézeaux, Gamay, Moulin à vent, Musigny, Nuits Saint Georges, Nebbiolo, Pommard, Pinot noir, Romanée Saint Vivant, Santenay, Volnay, Vosne-Romanée, Vougeot.
- Vino tinto en general o de Burdeos en particular: La copa Riedel Vinum Burdeos es perfecta para vinos tintos de carácter complejo, contenido elevado de tanino, jóvenes y de mucho cuerpo (más del 12 por ciento de alcohol). Esta copa suaviza los bordes ásperos, acentúa el carácter frutal, y permite equilibrar los vinos de forma que, normalmente, tardarían años para conseguirlo por envejecimiento. El tamaño generoso de esta copa permite desarrollar plenamente el bouquet. La forma dirige el chorro de vino hacia la zona de la lengua que percibe la dulzura y acentúa de esta forma el carácter frutal, mientras que resta importancia al carácter amargo del tanino. Recomendado para: Tintos de Burdeos, Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, Merlot, también para Rioja y Tempranillo, y en general para los vinos tintos.
- Por último, queremos reseñar una copa singular: la copa Azpilicueta by Riedel. Se trata de un diseño especialmente pensado para degustar los vinos de Azpilicueta. Para elegir el modelo ideal de copa se formó un comité de expertos encabezados por Georg J. Riedel, el máximo experto en las copas de cata de vinos. Se empezó con una selección de 15 copas, en las que se cataron los vinos Azpilicueta Crianza y Azpilicueta Reserva. A partir de ese momento se fueron descartando modelos de copas hasta quedarse con las tres copas finalistas. Finalmente, la copa ganadora resultó una variación de la copa Tempranillo de Riedel, que en ese momento se convirtió en la copa «Azpilicueta by Riedel».
Evidentemente existen más tipos de copas, aún más específicas, pero creemos que estas son las más importantes. También habrás notado que solo hemos hablado de copas Riedel, y es debido a que actualmente son consideradas las de mayor calidad. En un próximo post explicaremos las copas recomendadas para la degustación de los vinos blancos y espumosos.