Alguna vez hemos leído en artículos sobre vinos o asistido a catas en la que escuchamos a profesionales ultilizar expresiones como que el vino “se les engancha” o “se presenta firme” en el paladar. Hoy explicaremos a qué hacen referencia este tipo de términos.
Tratándose de un líquido, este tipo de adjetivos resultan un poco confusos para algunos. Por ese motivo, son términos que se asocian generalmente con la textura del vino en boca. El vino, como ya sabemos, no es 100% líquido ya que posee otros componentes sólidos que se pueden detectar en el paladar como, por ejemplo, los taninos provenientes de la piel de la uva, o en algunas ocasiones provenientes del raspón durante la vinificación.
Profundizando aún más, podemas ser más específicos y analizar la textura de los taninos. La misma se puede describir como suave, áspera o firme. Esta última es la que, en el paladar, dará la sensación de estructura tánica.
Esta estructura tánica es especialmente buscada en vinos tintos de alta gama, ya que los mismos necesitarán de esta «firmeza» para una óptima evolución de varios años, o décadas en el caso de los que tienen una mayor calidad, en botella.
