El brandy, también conocido como cognac, es la bebida destilada obtenida a partir del fermento de vinos, jugo de uvas u otras frutas. El origen no se tiene muy claro, aunque tiene origen, tal y como lo conocemos hoy en día, en el siglo X, haciéndose popular en el siglo XIV.
En esa época se comenzó a destilar el vino como método de conservación del mismo para hacer más fácil su transporte a los comerciantes. Posteriormente se descubrió que si se almacenaba en barriles de madera, el producto mejoraba considerablemente.
Se comenzó preparando en Italia una bebida llamada acqua di vite, de Italia fue llevada por comerciantes a Francia y tras la influencia francesa sobre los árabes, llegó a través de ellos a España. Hoy en día uno de los brandys más reconocidos a nivel mundial es el de Jerez cuya elaboración y envejecimiento se produce en Jerez de la Frontera, El Puerto de Santamaría y Sanlúcar de Barrameda.
Hay tres tipos de brandy: de uva, se produce por la destilación del jugo de uva fermentado; de pulpa, producido de pulpa de uva, semillas y vástagos fermentados que quedan luego que se extrae el jugo y el brandy de fruta, que se destila de frutas diferentes a la uva.
Dependiendo del añejamiento el brandy puede ser sin añejamiento, con un producto de poca densidad y claro, en barriles de roble que da lugar a un brandy color dorado o café y proceso de solera, método utilizado en España para añejar brandy usando sistemas de criaderas y soleras (basado en el uso de vasijas hechas de roble americano donde se cambia de unas a otras el contenido, mezclando vino viejo con vino nuevo).
Dependiendo de nuestros gustos podemos elegir entre brandy solera (seis meses mínimo a un año de promedio), reserva (un año mínimo) y gran solera (mínimo tres años).
Si quieres comprar brandy y te apetece comenzar con los brandys españoles te recomendamos los siguientes: Señor Lustau Gran Reserva, Octavius Brandy, Larios 1866, Gran Duque de Alba, Carlos I y Cardenal Mendoza Clásico.
¿A ti cuál te gusta?
