Nos encanta maridar el vino con distintos alimentos, y nos encanta aún más cuando no os tomáis este asunto demasiado en serio. Está claro que debemos intentar buscar las mejores combinaciones entre vino y comida, pero por encima de todo están nuestros gustos particulares. Así que sería aventurado por nuestra parte daros unos “maridajes perfectos”, ya que lo que a uno le puede gustar, a otro no. Nos gusta la gente que experimenta, que prueba y se equivoca, ¡pero que aprende! Particularmente, nos gusta dejarnos llevar por los sentidos y por proporcionarles el mayor placer posible.

 

Dicho esto, os debemos confesar una cosa. Existen verdaderas barbaridades a la hora de maridar el vino, combinaciones que, simplemente, no funcionan. Si, acabamos de decir que va todo sobre los gustos personales, pero confía un poco en nosotros. Recuerda evitar estos maridajes, y ¡seguro que no te va a ir nada mal!

 

Maridajes que no van a funcionar

Te pongas como te pongas, estos vinos y alimentos no van a mezclar nunca bien. Seguro que por separado te encantan, ¡pero juntos serán espantosos!

  • Cabernet Sauvignon y sushi. Puedes escoger el Cabernet Sauvignon que quieras: un Burdeos, un Chianti, uno de Napa Valley, uno del Penedès… y nada. Este es un raro caso en el que el vino y la comida literalmente sacan lo peor el uno del otro. Si te encanta el sushi, olvida los vinos tintos. En su lugar, escoge un vino blanco seco como el Ekam Riesling, ideal para esta comida.
  • Tinto Burdeos y ostras. Es algo irónico que esta combinación sea tan terrible cuando las ostras son tan populares en Burdeos y sus alrededores, como Arcachon y Cap Ferret. Las ostras toman un gusto decididamente metálico cuando se acompañan con un vino tinto de Burdeos. En cambio, disfruta de tus ostras con un Burdeos blanco seco como el Château Malartic Lagravière o un Cava seco como el Bertha Brut Nature Reserva.
  • Champán y pasteles. Si, has oído bien. Existe la creencia popular que el champagne, o el cava, o cualquier otro vino espumoso, debe tomarse con el postre. ¡Error! El problema reside en particular con los vinos espumosos totalmente secos (Extra Brut o Brut Nature principalmente). Simplemente, no responden bien a la intensa melosidad de los postres dulces. De verdad, prueba en su lugar con un vino fortificado dulce de Jerez o Montilla Moriles, como el Gran Barquero Pedro Ximénez. ¡Notarás la diferencia!
  • Pinot Noir con pollo. En sí, no tiene porque ser una mala combinación, pero dependiendo de la elaboración del pollo, tendremos otro espantoso maridaje. ¡No cocines el pollo con salsa de estragón y vino blanco! La suave frutosidad del vino va a ser destruida por las hierbas de estragón y la acidez de la salsa de vino blanco reñirá con la acidez del vino. Un truco que te funcionará será emparejar este plato con el vino blanco usado para la salsa. No tiene porque ser un vino excesivamente caro, pero sí de buena calidad, como por ejemplo el Analivia Sauvignon Blanc de Rueda, que será ideal para la elaboración de la salsa y para su maridaje posterior.

 

¿Has tenido alguna mala experiencia maridando vino y alimentos? Compártela con nosotros para no caer en tu error 😉

Categorías: Maridaje

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Si continuas utilizando este sitio aceptas el uso de cookies. Más información

Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar