En el mercado actual del vino, donde continuamente estamos viviendo la creación de nuevas marcas, destacar frente a tus competidores es la clave. No sólo es necesario destacar con un caldo de gran calidad y sabor sino que también se ha de trabajar el exterior de la botella, con una imagen y con un packaging rompedor y creativo que llame la atención del consumidor y consiga que se hable del producto.
Hoy os enseñamos tres bodegas de nuestro país que han trabajado con agencias de marketing innovadoras y han abordado esta nueva forma de presentar el vino de manera sobresaliente, consiguiendo destacar frente a otros y llamar la atención hacia sus vinos y bodegas de reciente creación.
Matsu
La bodega Matsu, con denominación de origen Toro, ha apostado por unas etiquetas totalmente visuales que transmiten al consumidor exactamente lo que está comprando: tres generaciones de vino representadas por el joven Pícaro, el maduro “Recio” y “El viejo” para el más añejo. El nombre que se le da al vino y la imagen de cada botella se corresponden con las características y personalidad del vino que contienen.
Spanish White Guerrilla
Este peculiar ejército, armado con copas, botellas y botas de vino, ha sido el elegido para ser el estandarte de una colección de vinos, Spanish White Collection, que aglutina las mejores variedades blancas internacionales, cultivadas en La Rioja. Procedentes de España (Albariño y Verdejo), de tierras francesas (Chadonnay, Viognier y Sauvignon Blanc) y venidos de la fría Alemania (Riesling y Gewürztraminer), cada miembro de la guerrilla protagoniza una botella y, a través de su peculiar imagen, representa la zona originaria de elaboración y la personalidad del vino.
Loco, de Bodegas Canopy
Las Bodegas Canopy han apostado por “jugar” con el nombre del vino: Loco para presentar su primer vino blanco. Tomando el nombre como base han comercializado un vino en el que el packaging es una camisa de fuerza en la que viene impreso su nombre, bodega y el resto de indicaciones tradicionales de una etiqueta pero llamando poderosamente la atención sobre el producto.
Una tendencia en alza
Estos tres ejemplos nacionales son un ejemplo de la creciente tendencia dentro y fuera de nuestras fronteras hacia la originalidad en los envases y en las etiquetas del vino.
Esta bebida está dejando atrás su imagen recia y tradicional para rejuvenecer su exterior y atraer a un público más joven que buscan buenos vinos pero que se adapten a su imagen y carácter.
