Como siempre, cocinar con vino nos encanta, ya que disfrutarás del vino tanto en la propia comida como al beberlo junto con ella. Es por eso que la elección del vino adecuado es tan importante, y puede marcar la diferencia entre que la salsa sea excelente o no.

Receta para una salsa de vino blanco cremosa

¡Lo sentimos, pero esta receta engorda! Si estás buscando una rica receta de salsa de vino blanco más ligera, prueba con esta receta de salsa de vino para rape.

• Cocina un poco carne en una sartén y resérvala
• En otra sartén añade 25 gramos de mantequilla
• 140 ml de vino blanco seco que escojas
• Y finalmente cuatro cucharadas de creme fraiche
• Ahora mezcla hasta que todo quede homogéneo
• Añade la carne que has preparado antes y ya tienes tu receta preparada

Pero, ¿qué vino blanco debemos elegir? Cada variedad de uva traerá un universo de sabores al plato tan diversos como melocotones maduros, manzanas verdes, notas herbáceas… Los mejores vinos para hacer una salsa cremosa serán los vinos con cuerpo, mantecosos… ¡y tenemos un montón para elegir!

Malvasía

Esta uva produce vinos blancos muy pesados, de cuerpo completo. Combinará con la salsa cremosa perfectamente, pero probablemente dará más aroma que sabor al plato. Esta variedad es muy floral, con algunos aromas de cítricos. La Guía Peñín puntuó con 89 puntos este Microvinificacions Malvasia De Sitges, lo que hace que valga la pena echarle un vistazo.

Viognier

La Viognier es una rareza en el vino blanco, ya que es de cuerpo entero, y con él, tu receta de salsa cremosa será grandiosa. También es conocido por ser amelocotonado. No tengas miedo de acompañarlo con un filete poco hecho. Usa para esta receta el Sumarroca Viognier, y danos las gracias más tarde!

Sauvignon blanc

Un vino de Sauvignon Blanc puede ir bien aquí, siempre y cuando haya tenido alguna crianza en barrica, como este Gramona Sauvignon Blanc. Vamos a buscar los típicos sabores a lima añadiendo ciertos toques balsámicos que van a soportar nuestra receta de salsa de vino blanco. Acompáñalo aquí con algún pollo frito acompañado de verduras y te irá estupendamente.

Chardonnay

La uva Chardonnay es muy versátil, y nos puede ofrecer vinos con mucho cuerpo como el Mâcon o como el brillante Augustus Chardonnay, que han sido envejecidos en sus lías, lo que dará las notas de mantequilla que estamos buscando, y los tipos de sabores de frutas entre tropicales y a manzana.

Sidra

Sí, ya sabemos que la sidra no es técnicamente un vino. Sin embargo, algunas sidras tienen la suficiente calidad como para ser usadas en una una salsa blanca. Prueba la Sidra Riestra para mezclarla con un ligero plato de pavo asado. ¡Las notas a manzana aquí serán inconfundibles!

¿Tienes alguna otra sugerencia para nuestra salsa de vino blanco? ¡Compártela con nosotros!

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El maridaje entre comida y vino tiene una parte de ciencia, pero también una parte de arte: no todos tenemos los mismos gustos, así que podemos afirmar con rotundidad que “el maridaje no es una ciencia exacta”. Lo que está claro es que servir el vino y la comida juntos puede cambiar la forma en que percibimos uno de ellos, o ambos.

Tradicionalmente, ¿qué va bien con los pasteles de pescado?

Al emparejar el vino con los pasteles de pescados (y con la mayoría de los mariscos), la sabiduría convencional señala al vino blanco seco. Por supuesto, hay muchos estilos de vino blanco seco, al igual que hay muchos estilos de pastel de pescado. No puede haber algo como un “maridaje perfecto”, pero algunos vinos se prestan mejor a algunos estilos de pastel de pescado que otros. Vamos a presentar tres pasteles de pescado comunes y vamos a sugerir un buen maridaje para cada uno de ellos.

1. Pasteles de pescado “ligeros”

Nuestra primera opción es un “simple” pastel de pescado blanco, ya sea de bacalao, dorada o alguno similar. Por lo general, éstos son los más ligeros en sabor y con la textura más delicada, por lo que la mejor apuesta aquí es un vino blanco ligero, con alta acidez y sin envejecimiento en roble. Podemos optar por un joven Sauvignon Blanc, Muscadet, Pinot Grigio o Chablis. Nosotros te recomendamos el Finca La Colina Sauvignon Blanc, ya que al ser también un vino ligero, no “matará” los sabores del pastelito, si no que los complementará.

2. Pasteles de pescado “pesados”

También podemos elaborar pasteles de pescados más pesados, de “tipo carne” (aunque, evidentemente, ¡no tienen que llevar carne!). El atún, el salmón, o incluso el cangrejo, son algunos de los pescados más típicos para este tipo de pasteles. Si el estilo anterior era ligero y casi esponjoso, éstos son más densos y más pesados en la boca, así que requieren un vino con algo más de cuerpo.

Los vinos blancos con algo de crianza conforman un buen maridaje: cualquier vino blanco de Borgoña (u algún otro Chardonnay con crianza) es ideal, como es la mayoría de los Chenin Blanc, Semillon o incluso un blanco de Burdeos. Nosotros te recomendamos el Enate Chardonnay Fermentado en Barrica, uno de los vinos blancos más clásicos de Somontano, que puede soportar perfectamente este tipo de pasteles.

3. Tortas de pescado tailandés

Nuestro último plato es uno de los favoritos para mucha gente. La influencia asiática y picante del plato abre nuevas posibilidades de maridaje. Dependiendo del tipo de pescado utilizado, podrías mezclarlo bien con cualquiera de los vinos que ya hemos mencionado. Pero si realmente quieres algo especial, sigue leyendo. El suave picante de las especias del pastel de pescado tailandés va particularmente bien con un vino blanco aromático y seco, con algo de de azúcar residual pero sin ser totalmente dulce. Aquí tenemos varias opciones clásicas: Muscat, Riesling y Gewurztraminer. Nosotros te recomendamos el Sumarroca Muscat del Penedès, un vino super aromático con cierta dulzor procedente más de la variedad de la uva utilizada que del proceso de elaboración en sí. Marida muy bien con este plato porque esa pizca de dulzor corta el picante de la receta, con lo que invita a seguir comiendo, ¡y bebiendo!

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Vamos a olvidarnos por un momento del lujo y a considerar el Dom Pérignon como un simple vino. Entonces, ¿qué es lo que va bien con el vino? ¡Exacto, la comida! Olvídate de los clubes nocturnos y los videos musicales, y pongamos una botella de Dom Pérignon en la mesa para ponerlo a prueba.

Dom Pérignon

Pero antes, vamos a conocer un poco mejor el vino. El Dom Pérignon 2006 es un champagne de añada (recordad la diferencia que hay con los vinos espumosos “non-vintage”) elaborado por la famosa bodega Moët & Chandon. La calidad de este vino es incuestionable, así que no es de sorprender que tenga puntuaciones excepcionales de los críticos vinícolas: 96 puntos de The Wine Advocate de Robert Parker y 95 puntos de Wine Spectator.

No todos los años en Champagne se producen uvas lo suficientemente buenas para obtener un vino de añada, pero el Dom Pérignon 2006 proviene de un año especialmente bueno, donde las condiciones climáticas calurosas y secas condujeron a uvas particularmente maduras.

Degustando el Dom Pérignon

• Tiene un delicado color dorado y una fina mousse de burbujas brillantes.
• En la nariz encontramos expresiva fruta y un carácter floral al principio, aunque, como no, enseguida se rebelan los exquisitos aromas a levadura que nos indican la calidad del vino.
• En la boca, el Dom Pérignon 2006 es simplemente hermoso: una sensación inicial sedosa con sabor a fruta redondeada da lugar a una acidez explosiva y un final largo y persistente.

3 ideas de maridaje para el Dom Pérignon

A menudo se piensa que el champagne es meramente un vino de aperitivo, pero las burbujas de calidad resultan excelentes para una amplia gama de alimentos. Se podría vincular con casi cualquier comida, pero un vino tan especial (y seamos realistas, tan caro) merece algo un poco especial.

1. Dom Pérignon y foie gras

Quizá hay pocas cosas más lujuriosas que el foie gras, la controvertida delicadeza originaria de Francia. El foie gras es increíblemente rico y graso, y se marida tradicionalmente con un Sauternes dulce. Probemos algo un poco diferente, aunque memorable, al intercambiar el vino dulce por la acidez seca del Dom Pérignon: la mordaz frescura del champagne corta este alimento y proporciona un hermoso equilibrio y armonía en la boca.

2. Dom Pérignon y caviar

Otra delicadeza digna de un champagne verdaderamente especial. El caviar es deliciosamente rico y salado. En particular, el carácter salado proporciona un interesante contrapunto al vino. La sal en los alimentos hace hincapié en el cuerpo del vino, dando un nuevo arranque de vida a la boca ya redonda y generosa del Dom Pérignon. ¡Un verdadero placer!

3. Dom Pérignon y trufas

Las trufas, o cualquier plato a base de setas de calidad, es una combinación perfecta para el Dom Pérignon. El sabor umami de las setas enfatiza la acidez en el vino, lo que hace un maridaje espectacularmente sabroso y refrescante.

¿Tienes sed? ¡Compra una botella de Dom Pérignon aquí y prueba estos maridajes, o cualquier otro, por tí mismo, y cuéntanos qué tal te ha ido!

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Escoge el vino adecuado para las zanahorias

Los buenos cocineros velan por la calidad de sus ingredientes, y nosotros también debemos hacerlo. Para hacer esta receta de zanahorias al Chardonnay, ¡el vino es sin duda el ingrediente más importante de todos! Como su nombre indica, esta receta requiere un vino Chardonnay, pero también puedes probar otros vinos blancos si quieres, aunque te recomendamos encarecidamente que uses un vino de esta variedad de uva. El vino exacto depende de ti, pero en cualquier caso, asegúrate de que es un vino que también lo beberías solo. Si cocinas con un vino de mala calidad, terminarás con un plato pésimo… ¡y nadie quiere eso!

• Nuestra selección: Nos encantaría decirte un Borgoña blanco, pero seamos realistas. El Castillo de Monjardín Chardonnay estará muy bien. Desde la valiosa región de Navarra, nos ofrece la combinación perfecta de calidad y precio. Con una hermosa variedad de aromas afrutados, flores y hierbas, la receta de zanahorias al Chardonnay será todo un éxito!

Ingredientes de la receta

El vino es clave aquí, pero no es el único ingrediente. Como con todos los productos, intenta conseguir las verduras más frescas disponibles.

• 150 mililitros de Castillo de Monjardin Chardonnay (o el Chardonnay de tu elección)
• 500 gramos de zanahorias
• 1 puñado de tomillo fresco
• 4 cucharadas de mantequilla o margarina
• Sal y pimienta

La receta de las zanahorias al Chardonnay

Esta receta es muy simple, así que no te preocupes si no eres un gran cocinero. Siguiendo estos sencillos pasos, tendrás tus sabrosas zanahorias al Chardonnay preparadas en un momento.

• Lo primero es lo primero: ¡abre tu Chardonnay y sírvete una copa! ¡No olvides que somos unos winelovers! Mientras, precalienta el horno a 220 °C.
• Coge una tira grande de papel de aluminio, de aproximadamente un metro y medio de longitud y dóblala por la mitad.
• Coloca las zanahorias, el tomillo, la mantequilla, la sal y la pimienta en el centro del papel de aluminio. Después dobla los lados para crear «paredes» y añade el Chardonnay.
• Haz un paquete sellado con el papel de aluminio y mételo en el horno precalentado.
• Deja que se cocine durante unos 45 minutos, hasta que las zanahorias queden agradables y tiernas, habiendo absorbido el vino.
• Recargar la copa de Chardonnay, servir y disfrutar!

Preparación de unas zanahorias al Chardonnay de lujo

Como bien sabes, te hemos recomendado utilizar el Castillo Monjardín Chardonnay para este plato, pero si quieres algo realmente especial, que cambie por completo el sabor de esta receta, utiliza el exquisito Pierro Chardonnay 2002. Este vino blanco australiano maduro ofrece una amplia gama de complejos aromas y sabores como caramelo y vainilla.

¡Feliz cocina!

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Hay mucha tradición en el mundo del vino, y el vino de Rioja no es una excepción. Hay muchas reglas antiguas transmitidas a través de generaciones para maridar cualquier tipo de vino. Esto no está mal, ni mucho menos. De hecho, si esas reglas siguen vigentes, es porque funcionan. Sin embargo, las combinaciones clásicas no son el único camino a seguir, y ahí es donde entra nuestra botella de Coto de Imaz.

Cata del Coto de Imaz Reserva

Este vino está elaborado por El Coto de Rioja, una destacada bodega con viñedos en la subzona de la Rioja Alta. Para nosotros, el Coto de Imaz Reserva es un ejemplo bastante típico del estilo Rioja Reserva, así que por eso lo escogimos para nuestro pequeño experimento.

Este vino es 100% Tempranillo, envejecido durante 17 meses en roble americano y otros tres años en botella.

• Intenso color cereza y borde granate.
• En nariz presenta variedad de matices aromáticos, fruta madura y cacao fino.
• En boca muestra una buena estructura, con un potente ataque, es aterciopelado, con taninos maduros y una acidez equilibrada.

Maridaje del vino de Rioja

No es un término especialmente científico, pero el de Rioja es tradicionalmente un gran «vino de carne». Mezcla un tinto Rioja con carne asada, cordero o carne a la barbacoa, y no te equivocarás. Estos son maridajes más que probados, y no te defraudarán. El Coto de Imaz Reserva se ajusta perfectamente a esto, así que si eres más tradicional, entonces no busques más.

Sin embargo, si quieres algo un poco diferente con tu Rioja, estás en el lugar correcto…

3 comidas sorprendentes para el Coto de Imaz

Los maridajes no tienen que seguir la tradición para ser buenos. Cambiando algunas cosas, con una mente abierta y algo de experimentación, te sorprenderás de lo fantásticas que pueden ser algunas combinaciones no tradicionales.

Aquí van nuestras 3 recomendaciones que te podrán sorprender:

1. Coto de Imaz con pescado

El típico “fish and chips” británico es una deliciosa comida salada y grasienta. No es tradicionalmente el tipo de comida que emparejarías con cualquier vino, y aún menos con un Rioja tinto. El pescado y el vino tinto puede ser complicado, y además, es un plato bastante informal. Pero lo creas o no: ¡funciona! La salinidad del plato aumenta el cuerpo del vino y la sensación en la boca, mientras que minimiza la acidez y el tanino. Además, el pescado grasiento y ahumado tiene más cuerpo que un simple pescado blanco. No es perfecto con el vino tinto, pero no es abrumador.

• El veredicto:

No es la mejor combinación del mundo, ¡pero no está mal!

2. Coto de Imaz con espagueti a la boloñesa

Maridar comida italiana y vino español puede ser controvertido para algunos lectores italianos o españoles, ¡pero lo recomendamos seriamente!

Nuestro Coto de Imaz tiene una acidez bien integrada, y la salsa boloñesa a base de tomate es rica en acidez. El resultado es que notamos menos la acidez del vino y más su cuerpo y su fruta.

• El veredicto:

Muy agradable y, de hecho, ¡muy recomendable!

3. Coto de Imaz Rioja con bretzels

No creo que encuentres esta opción en ningún restaurante de lujo, ¡pero es perfecta para una tarde de domingo en casa! Los bretzels son un bocado maravillosamente salado, y cuando se enfrentan a nuestro Rioja Reserva, ponen de relieve el cuerpo suave del vino y la fruta mientras minimizan el tanino y la acidez.

• El veredicto:

No vas a ganar ningún elogio de los chefs gastronómicos, ¡pero este es un sólido emparejamiento!

Un maridaje para todos los gustos

Recuerda esto: incluso las combinaciones técnicamente más «correctas» no serán perfectas para todos los gustos. Los gustos y percepciones humanos varían mucho, por lo que ten esto siempre en cuenta. Por suerte, para gustos, colores, así que una gran manera de aprender sobre tus propios gustos y preferencias es llevar a cabo experimentos como éste. Elige una botella y mézclala con algunos alimentos muy diferentes. Comprobarás por tí mismo lo que funciona y lo que no funciona. ¡Nunca dejes de aprender! ¡Y no nos hagas mucho caso con nuestras ideas de maridaje!

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Pero lo primero es lo primero…

¿Cuál es el mejor vino para una salsa de vino?

Al seleccionar un vino tinto para la salsa, nos gusta algo con cuerpo y con sabor. No queremos que domine la salsa, ¡pero queremos saber que está ahí! Piensa en algo que lleve Merlot, Cabernet Sauvignon, Malbec o Shiraz. Algún vino con un buen coupage de tipo Burdeos nos encaja a la perfección, sobre todo si no lleva el precio de Burdeos.

• Nuestra elección:

Enate Cabernet Merlot. Tiene un bonito color rojo oscuro, con interesantes sabores y aromas a mora, grosella negra y hierbas, y tiene un buen cuerpo. En resumen: ¡un gran vino para una salsa!

Cualquier vino tinto encorpado funcionará para tu salsa de vino tinto. Para aquellos de vosotros que estéis tentados en comprar una botella de vino barata de cocina de supermercado, tened cuidado: ¡si no la beberías, no cocines con ella! No necesariamente defendemos hacer una salsa con una botella de Château Margaux, pero no tengas miedo de gastar más de 5€.

Ingredientes para la salsa de vino tinto

Con el vino escogido, es hora de preparar el resto de los ingredientes. Hay por ahí recetas que requieren cebollas, zumo de pollo y otras cosas. Para nosotros, la simplicidad es algo hermoso. Aunque nuestra receta pueda carecer de complejidad, lo compensa con el sabor.

• 200 ml de Enate Cabernet Merlot u otro vino tinto
• 3 cucharadas de maizena
• 600 ml de caldo de pollo o pavo de calidad, ¡hecho en casa si es posible!

Preparación de la salsa

Dijimos que nos gusta hacerlo de forma simple, ¿verdad? Así que sigue estos sencillos pasos y tendrás tu deliciosa salsa preparada en un momento:

1. Mezcla la maizena con la misma cantidad de vino hasta que se haya disuelto por completo
2. Mezcla con el resto del vino
3. Calentar el caldo de pollo o pavo en una sartén para añadir después la mezcla anterior
4. Cocinar a fuego lento hasta que hierva un poco
5. Listo para servir, y ¡para disfrutar!

Maridaje de la salsa con el vino

La mejor opción es maridar la salsa con el mismo vino que utilizaste para prepararla. De esta forma no perderás el vino sobrante, y ¡además sabes que encajarán perfectamente!

Aquí te dejamos un enlace dónde podrás consultar todas nuestras ideas de maridaje para cualquier tipo de vino.

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Vino de una región fría

La región de Champagne está en el norte de Francia. Allí, la temperatura media es de 10ºC, y llueve tanto como lo hace, por ejemplo, en Londres. Como resultado, las vides tienen problemas haciendo la fotosíntesis de los azúcares. Las uvas tienden a ser un poco insípidas, y después de la primera ronda de maceración, también lo es el vino. Entonces, ¿cómo se ha convertido el champagne en una bebida tan popular?

Rumbo al norte

Es posible que no quieras mencionar esto demasiado alto si estás en compañía de franceses, sin embargo, en el siglo XV, los británicos solían comprar barriles de vino de Champagne, y no atribuían la naturaleza espumante del vino a «espíritus malignos», sino a un proceso científicamente controlable, ya que añadieron una segunda fermentación. Esto lo hicieron para hacer el vino más bebible, aumentando así también los sabores. Por lo tanto, el vino espumoso de Champagne nació en… ¡Inglaterra!

La realeza ayudó al Champagne

El regente de Francia, el Duque de Orleans, tenía un cortesano favorito a quién le gustaba la espumante versión del champán de los británicos. Hasta ese momento, los franceses habían tendido a pensar que el champagne espumoso era un defecto del vino (no es el momento, pero aquí tienes cómo detectar 3 defectos comunes de vino). Sin embargo, el champagne se convirtió en una de las bebidas preferidas del Duque, y con ello, de toda la corte. Y ahí es cuando el champagne se convirtió en una locura.

¿Caviar del río Po?

Antes era bastante sencillo conseguir auténtico caviar de Turín. El pez vivía abundantemente en el río Po, pero ahora ya no se puede conseguir caviar de esturión salvaje. Digamos que la sobrepesca lo ha hecho muy vulnerable. Si lo piensas bien, la producción de caviar es lo último que necesita una especie de peces en extinción: eliminar los huevos de un pez antes de que hayan tenido tiempo de reproducirse. Las existencias de esturión han disminuido en los mares Negro y Caspio y, de vez en cuando, hay prohibiciones en la pesca. De no haberlo hecho, el caviar de beluga seguiría el mismo camino que el caviar del río Po.

¿El champán y el caviar van juntos?

El champagne es un vino producido varios kilómetros tierra adentro. Sus sabores se han desarrollado alrededor de una cocina de interior, y no es un vino particularmente ácido y crujiente que normalmente combina bien con el pescado. Por otro lado, si has comprado caviar salado, realmente necesitas un vino que sea un poco más dulce. El caviar sin sal si que podría ir bien con un champagne.

Una combinación mucho mejor

Hoy en día es bastante fácil comprar huevas de pescado producidas de forma sostenible. Sin embargo, la alegría del caviar de beluga es el estallido que una burbuja del tamaño de un guisante hace en tu boca con el rico jugo del pescado que se extiende sobre tu lengua y te deleita a través de tu canal nasal. Para maridar este maravilloso alimento, prueba un Mar de Frades Brut Nature, un vino espumoso elaborado con la uva Albariño. Eso significa que tiene una buena acidez, lo que lo hace ideal con pescados grasos, y sus sabores a limón son perfectos con mariscos.

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¿Qué marida con lasaña?

La lasaña, normalmente, tiene los siguientes sabores característicos:

• Tiene las proteínas de la carne de vacuno
• El queso derretido le aporta bastante aceitosidad
• La cremosa salsa, la pasta y la carne roja le da mucho cuerpo
• El tomate de la salsa proporciona cierta acidez
• La salsa de tomate también da al plato muchos sabores “rojos”
• A menudo se sazona abundantemente con aromáticas hierbas

Esto requiere un vino que tenga:

• Algunos taninos para unirse con las proteínas y dar una sensación de sabrosa delicadeza
• Intensos sabores “rojos” para que coincidan con la salsa de tomate
• Frutosidad para complementar el picante del condimento y las hierbas, con poco o ningún roble
• Mucha acidez para poder cortar la grasa y soportar la acidez de los tomates
• Un buen cuerpo para no ser dominado por la cremosidad del plato

Qué servir con lasaña

La uva más importante aquí será la Cariñena. Ésta es realmente la uva “Carignan” francesa, que proporciona mucha acidez y algunos taninos. Sin embargo, la uva tendrá que estar en una mezcla con otra variedad que proporcione más sabores afrutados y algo de más cuerpo también. Felizmente, los vinos catalanes suelen llevar este tipo de mezclas:

1. Ferrer Bobet Vinyes Velles

Este vino es un coupage de Cariñena con Garnacha y Cabernet Sauvignon. Eso le da a la mezcla suficiente acidez, mientras que también toma sabores a cereza de la Garnacha. El Cabernet Sauvignon proporciona el cuerpo necesario y las notas de pimienta negra. El alto contenido de alcohol, del 14,5%, da un toque de eucalipto al vino, que va muy bien con el condimento. Este es una gran maridaje.

2. Can Blau

Esta es una opción aún mejor que la anterior debido a que ha pasado menos tiempo envejeciendo en barricas de roble, lo que significa que tendrá más frutosidad que irá mejor con la lasaña. Además, tiene 91 puntos de la Guía Peñín. Una vez más, es una mezcla de Cariñena y Garnacha, que se complementan perfectamente. Pero también tiene un elemento descarado de Syrah, que añade cuerpo y un poco de picante.

3. Les Sorts Vinyes Velles

Esta mezcla de Cariñena tiene más Garnacha y Cabernet Sauvignon. Será más afrutado que los otros dos, y utiliza viejas vides, intensificando más los sabores de la fruta. También esperamos un vino con más cuerpo. La Guía Peñín le otorgó 92 puntos, lo que significa que es casi garantizado que sea fantástico.

¿Te imaginabas que la comida italiana y el vino español coincidirían?

Ya hemos escrito sobre las alegrías de unir estas dos culturas culinarias en nuestro post sobre vinos españoles con comidas italianas, y tiene sentido que estas dos culturas puedan producir productos complementarios. Ambos son mediterráneos. Ambos disfrutan del mismo clima, y los cultivos son similares en cada país. Sólo recuerda que la comida italiana tiende a ser ácida, así que para un buen maridaje, busca vinos elaborados con uva Cariñena en la mezcla.

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Receta de rape con salsa de vino con limón y mantequilla

El rape es un pescado increíblemente sabroso, aunque no es exactamente de aspecto hermoso. Seguro que has visto alguno: ancho, cabeza puntiaguda, la boca llena de pequeños y afilados dientes y ojos de diablo. No te dejes impresionar por su apariencia y prueba esta receta, ¡verás qué rico!

Necesitarás:

• 2 filetes de rape
• ¾ de una taza de mantequilla
• 3 cucharadas de vino blanco (¡ahora te decimos cuál!)
• 2 cucharaditas de jugo de limón
• ½ cucharadita de perejil
• ¼ de cucharadita de pimienta negra
• ¼ cucharadita de sal

No todos los vinos blancos son iguales, por supuesto. El que elijas tendrá un profundo impacto en el sabor de la salsa de vino, así que evita la tentación de utilizar la media botella que te sobró hace dos semanas. ¡Si no la quieres beber, no cocines con ella!

Escogiendo el vino para la salsa

Vamos a seleccionar un un vino seco y ligero, de poco cuerpo, para que no domine la salsa. El vino es uno de los componentes de la salsa, junto con la mantequilla y el limón, por lo que buscaremos algo con un buen carácter frutal y sin madera. Así que nos valdrá casi con cualquier vino joven. Tenemos muchas opciones: Sauvignon Blanc, Pinot Grigio, Albariño… ¡pero vamos a quedarnos con un Rueda Verdejo!

• El Ermita Veracruz Verdejo es un vino elaborado con uvas Verdejo de alta calidad de la región de Rueda. La uva Verdejo es famosa por su intenso carácter aromático, cosa que realmente añade una nueva dimensión a la salsa. La nariz es profunda y tiene una amplia gama de aromas incluyendo frutas exóticas, notas florales e incluso un carácter cítrico para complementar el limón en el plato. Además, es delicioso. ¡Utiliza tres cucharadas para la salsa y disfruta el resto de la botella con tu comida!

Cómo cocinar el rape

¿Tienes preparados todos los ingredientes? Perfecto. ¡Es hora de ponerse a cocinar!

• Cubre un molde de parrilla con papel de aluminio y ponlo a calentar a baja temperatura
• Coloca los filetes de rape en la sartén y para sazonarlos con sal y pimienta negra
• Corta la mantequilla en tiras finas y colócalas en la parte superior de los filetes de rape
• Espolvorea el vino y el jugo de limón y después el perejil sobre el pescado
• Mete la parrilla en el horno durante unos 15-30 minutos. Sabremos que está listo en cuanto pez comienze a formar escamas
• Sírvelo con el resto del vino y a disfrutar

¿Vas a intentar hacer esta jugosa receta? ¡Cuéntanos tus recetas favoritas con vino!

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El vino y la comida en Italia

El vino italiano está estrechamente vinculado a la comida italiana. Italia es considerado un paraíso gastronómico, con algunas de las mejores comidas y mejores vinos del mundo, desde el Barbaresco o el Barolo, hasta los super vinos de la Toscana. Italia posee más de 300 restaurantes con estrella Michelin, e incluso disponen de una Universidad de Ciencias Gastronómicas en Piamonte, y la Bolonia Business School ofrece un MBA en Alimentos y Vino.

Italia es un lugar muy tradicional en muchos sentidos. La tradición y la herencia juegan un papel importante en lo que su gente come y bebe. La comida regional y el vino regional tienden a ir de la mano. Cada región y pueblo disponen de su receta particular – y de su propio vino para maridar. Los italianos son orgullosos y casi protectores en lo que se refiere a sus comidas y a sus vinos locales, así que lo que estamos a punto de sugerir puede ser tal vez algo polémico… ¡pero lo vamos a hacer de todos modos!

Maridar comida italiana con vino español

En primer lugar nos queremos dirigir a los lectores italianos, y les queremos asegurar que nos encanta su comida y su vino. Pero también nos encanta el vino español, así que hemos trabajado en algunos maridajes realmente armoniosos entre la comida italiana y vinos españoles. Puede ir en contra de todo lo que te han enseñado, pero ¿por qué no pruebas algunos de estos maridajes, y lo compruebas por ti mismo?

Pizza y vino español

La pizza es uno de esos alimentos que se ha hecho famoso en todo el mundo. Goza de una gran popularidad en toda América, Europa, y en otras partes del mundo. Es verdad que la auténtica pizza se inventó en Italia. Pero esto no quiere decir que obligatoriamente la debamos de tomar con un Chianti o un Barbera. Hay alternativas:

• Maridaje: la pizza Margarita va muy bien con un vino del Priorat. Haz una pizza donde la base del sabor provenga del tomate y del queso, sin locos “toppings”, y combínala con un vino tinto potente del Priorat y verás como la acidez del tomate resaltará la fruta del vino, y a la vez reducirá su acidez. Nosotros escogemos un Reflexe 2014, una mezcla audaz de Garnacha, Cariñena, Cabernet Sauvignon y Syrah.

Espaguetis boloñesa y vino español

Para muchos, los espaguetis boloñesa es el típico plato italiano. Hay muchas recetas para elaborar este plato, aunque fundamentalmente estamos hablando de pasta de espaguetis acompañados de una deliciosa salsa de carne picada y tomate. A veces también incluyen algunas verduras, o algún queso. O un par de quesos diferentes. O algo de tocino. Hay muchas opciones. Y precisamente esto es lo bueno de la comida italiana.

• Maridaje: Espaguetis boloñesa maridan maravillosamente con Toro. Aquí podríamos utilizar también cualquier vino tinto a base de Tempranillo, pero para nosotros la robusta expresión de la uva Toro es lo que mejor combina con la boloñesa. Aquí vamos a elegir un Almirez 2014, de cuerpo entero, sabroso, y con alto contenido en alcohol. Soporta bien la intensidad del sabor de la salsa boloñesa, abundante y rico para complementar la comida.

Pasta carbonara con vino español

Carbonara es un plato maravillosamente cremoso, con tantas variaciones de recetas como ciudades hay en Italia. Algunos utilizan leche, otros serían tildados de locos por usarla. El corte específico de la carne utilizada es también un tema candente, al igual que el tipo de pasta. Sea cual sea la forma en la que la prepares, el Carbonara es un sabroso plato compuesto de pasta, una salsa de queso blanco y pequeños pedazos de carne picada.

• Maridaje: Pasta Carbonara va genial con un Rueda. Los diferentes estilos de vino Rueda casi traen a la mente los numerosos estilos de Carbonara. Un Rueda basado en Verdejo irá perfectamente bien, aunque nuestra selección sería un crujiente y limpio Rueda Sauvignon. Se trata de un vino ligero y refrescante, con un alto nivel de acidez que cortará la cremosidad de la salsa y limpiará nuestro paladar. ¿Qué tal una botella de Finca La Colina Sauvignon Blanc?

¿Se te ocurre algún maridaje de comidas y vinos no tradicionales? ¡Nos encantaría que nos lo cuentes en los comentarios de abajo!

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