Hoy queremos hablar un poco sobre el proceso de vinificación, ya que muchas veces hablamos de los distintos tipos de uva, de las barricas, de las regiones y, evidentemente, de muchos vinos. Pero pocas veces hablamos sobre las distintas técnicas que se usan para la vinificación.

Aunque elaborar vino pueda parecer fácil, actualmente las bodegas parecen más fábricas o laboratorios dada toda la maquinaria existente. Desde las encorchadoras hasta el clasificador óptico, hay toda una industria que proporciona la tecnología necesaria a las bodegas. ¡De repente, hacer vino ya no parece tan fácil!

Así que dejemos la vinificación a los expertos, aunque ello no significa que no estemos interesados en conocer algunas de las máquinas más comunes e importantes que las bodegas utilizan hoy en día.

 

¿Por qué las bodegas utilizan la tecnología?

El vino es un producto natural. En esencia, es zumo de uva fermentado. Pero hay mucho más en el proceso de elaboración del vino, y por lo tanto hay muchas razones por las que las bodegas hacen uso de los avances tecnológicos. Aunque está de moda evitar la mecanización tanto como sea posible, la mayoría de las bodegas dependen de la maquinaria en mayor o menor medida.

Hay mucho en juego al elaborar un vino. Como un producto agrícola estacional que es, obviamente hay un límite en la producción total que se puede conseguir. Por lo tanto, hacer vino es un negocio arriesgado, y cualquier error que se cometa en la bodega puede conducir a serias pérdidas.

 

3 máquinas importantes que utilizan las bodegas

La tecnología ayuda mucho. Tanto si se trata de un control computarizado de la temperatura durante la fermentación, como de máquinas de última tecnología para la elaboración de vinos o de tecnología diseñada para eliminar los vinos corchados, hay todo tipo de maquinaria a disposición de la bodega. Pero hoy te vamos a hablar de tres que son muy utilizadas.

1. Clasificador óptico de la uva

Después de la cosecha, las uvas se clasifican. La forma tradicional dicta que este proceso es manual, por lo que requiere equipos de trabajadores para seleccionar las uvas recién recogidas en busca de imperfecciones, como bayas podridas o inmaduras. Como con cualquier actividad humana, clasificar a mano está abierto al error individual.

Algunas bodegas han invertido en máquinas clasificadoras ópticas, que usualmente se utilizan junto a la clasificación manual, como un tipo de control de calidad. El clasificador óptico utiliza una cámara para inspeccionar cada uva, y es capaz de eliminar las bayas que no se ajustan a los requisitos del enólogo. Estas son máquinas super rápidas y, aunque son muy caras, son muy efectivas.

2. Depósitos de fermentación controlados por temperatura

El jugo de uva tiene que someterse a la fermentación alcohólica para que se convierta en vino, ¡de lo contrario es sólo zumo de uva! La fermentación alcohólica es donde la levadura convierte el contenido de azúcar de la uva en alcohol. Este puede ser un proceso de alta tecnología, o todo lo contrario. Algunos viticultores muy comprometidos con los procesos de elaboración naturales les gusta dejar las cosas a la naturaleza, y eso está bien, pero sus resultados pueden variar. La temperatura fluctuante puede llevar a problemas, e incluso echar a perder todo el proceso.

Así que la mayoría de viticultores utilizan una tecnología de control de temperatura para asegurar que la fermentación se lleva a cabo según sus planes. El control de temperatura de la fermentación impide cualquier fluctuación salvaje dentro de los tanques, lo que permite una transformación suave con pocas o ninguna sorpresa.

3. Encorchador (o línea de embotellado)

Después de elaborar el vino, ya lo tenemos preparado para embotellarlo y encorcharlo. Aunque se pueden comprar kits caseros para encorchar el vino por internet, la mayoría de las bodegas modernas harán uso de una línea de embotellamiento y encorchado profesional. Muchas grandes bodegas tienen sus propias líneas de embotellado, mientras que otras alquilarán la maquinaria que necesiten cuando la necesiten.

Las líneas de embotellado pueden ser muy básicas o muy complicadas. Esencialmente, la máquina se «alimenta» con las botellas vacías, que se van llenando con el vino para pasar después a su encorchado. No es un proceso muy difícil, ¡pero imagínate si tuviera que hacerse a mano!

 

¿Alguna vez has visitado una bodega? ¿Has visto alguno de estos equipos en acción? ¡Cuéntanoslo!

 

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